Carlos Fernández-Vega
De lo bien que se distribuye el ingreso y la riqueza en el país da cuenta el informe anual de la revista especializada Forbes, mismo que en su más reciente edición –divulgado ayer– notifica a los depauperados habitantes de esta república de discursos no sólo que tienen el privilegio de que el hombre más rico del mundo sea de nacionalidad mexicana, sino que en manos de apenas cuatro empresarios (todos ellos destacados beneficiarios de la venta de garaje de empresas del Estado) se concentra el equivalente a 10 por ciento del producto interno bruto, proporción que crece a 15 por ciento si se incluyen a siete magnates más considerados ricos entre los ricos de este país en el que el gobierno hace de todo “para vivir mejor”.
Alegraos, mexicanos hambrientos, que su esfuerzo ha valido la pena, porque si bien vuestros salarios son miserables, cada día que pasa se “pierden” más prestaciones sociales, crece la precariedad de las escasas plazas laborales formales y las muchas informales, y la pobreza cabalga, podéis presumir que al cierre del año pasado apenas 11 “hombres de negocios” (el 0.000009 por ciento de la población total de esta república), todos ellos nativos de este cuerno de la abundancia, reportaron fortunas conjuntas por 159 mil 700 millones de dólares, un monto 28 por ciento superior al de 12 meses atrás. Y dicen que este país va mal.
Carlos Slim se mantiene como el número uno mundial entre los multimillonarios: 69 mil millones de dólares en 2011, o si se prefiere cerca de 6 por ciento del PIB nacional para él solito. Aun así, de acuerdo con Forbes, en ese año este empresario reportó una caída en sus haberes de 5 mil millones de billetes verdes. A lo largo del calderonato, este magante vio crecer su fortuna 40 por ciento. Sin duda le fue mejor con Vicente Fox, pues durante el sexenio del hombre de la lengua larga y las ideas cortas la fortuna del propietario de Telmex se incrementó 735 por ciento, modestamente.
A quien nada mal le ha ido con Felipe Calderón en Los Pinos es a Ricardo Salinas Pliego, el empresario de los abonos chiquitos y la fortuna creciente: en 2006, cuando el actual inquilino se aposentó en la residencia oficial, este magante reportó una fortuna, según Forbes, de 4 mil 600 millones de dólares; al cierre de 2011, sus haberes se habían incrementado a 17 mil 400 millones de billetes verdes, un avance cercano a 300 por ciento. Si se incluye el sexenio de Vicente Fox, entonces el dueño de la parte pequeña del duopolio televisivo creció como la espuma: mil 150 por ciento. Emilio Azcárraga, de Televisa, aparece entre los multimillonarios, pero en la parte de abajo: 2 mil millones de dólares.
A otros dos magnates mineros les ha ido de maravilla (a costillas de la nación, desde luego): Alberto Bailleres (el zar de la plata) y Germán Larrea (el zar del cobre, el mismo de Pasta de Conchos); al cierre de 2011, el primero registró una fortuna de 16 mil 500 millones de dólares, casi 300 por ciento más que en diciembre de 2006; los haberes del segundo se duplicaron, al pasar de 7 mil 300 a 14 mil 200 millones de dólares en cinco años de calderonato. Ahora que si se consideran los dos gobiernos panistas, entonces el espectáculo es mayor: la riqueza de ambos personajes avanzó mil 300 por ciento, en cada caso.
Estos prodigiosos “hombres de negocios” no sólo son beneficiarios de la onerosa (para el país) política privatizadora, gozan de millones de hectáreas concesionadas por el gobierno federal para explotación minera, de exenciones fiscales y de todo tipo de facilidades para que sus fortunas crezcan como la espuma, sino que se sienten con el derecho (en connivencia con Fox y Calderón) de “extinguir” al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana y “desaparecer” a su dirigente nacional –relecto en cinco ocasiones–, Napoleón Gómez Urrutia, a quien, con inaudita ferocidad y de la mano del gobierno federal, denunciaron por la presunta comisión de 11 delitos, los mismos que, por su falsedad, en tribunales se han desmoronado (uno tras otro). Pero los magnates se aferran y el gobierno los procura servilmente, de tal suerte que mantienen el hostigamiento en contra del sindicato y de su dirigente, por cierto una fuerza (real y electoral) que debe estar representada en el Congreso (300 mil mineros y sus familias no son poca cosa), con todo y que los chuchos bucaneros y su vergonzosa política de “¡al abordaje!” aparentemente lo impidieron.
A estos cuatro magnates, todo ellos beneficiarios de la citada venta de garaje, sí les ha funcionado, y de maravilla, la “solidaridad” salinista, el “bienestar para la familia” zedillista, el “cambio” foxista y, desde luego, la política calderonista de “para vivir mejor”: amasan fortunas conjuntas por 117 mil 100 millones de dólares, o lo que es lo mismo, casi el costo fiscal del Fobaproa que han pagado, pagan y seguirán pagando todos los mexicanos, incluidos (o comenzando por) los 57 millones de pobres que oficialmente existen en el país. Los otros siete empresarios inventariados por Forbes no son precisamente pobres, pero ni de lejos rozan a la cuarteta referida.
Dos novedades presenta el informe Forbes 2012 (con información de 2011) sobre los multimillonarios mexicanos: A) la reaparición de la familia Hank, cuya cabeza visible ahora es Carlos Hank Rhon, primogénito del profesor. Desde mediados de 1994, y a petición expresa del ex gobernador del estado de México, dejó de ser inventariada la fortuna de esta familia. Cuando, por única ocasión, Forbes publicó la información, atribuyó al político de la eterna sonrisa una fortuna cercana a 3 mil millones de dólares. Ahora, en su edición 2011, refiere haberes familiares por mil 400 millones.
Y B) que la pataleta gubernamental ha sido rotundamente infructuosa, pues Forbes mantiene en el inventario de multimillonarios mexicanos a Joaquín El Chapo Guzmán, y tiene razón de ser, porque el negocio al que se dedica el sinaloense va muy bien.
Las rebanadas del pastel
La sucesión presidencial en México motiva el interés, por llamarle así, de los vecinos del norte. Tanto, que hasta la Cámara Intercontinental de Comercio de Houston ha organizado un foro sobre el particular (Elections in Mexico: what can we expect for the next term), a desarrollarse el próximo viernes en la citada ciudad texana. Habrá participantes de todos los colores y sabores, desde representantes de cuatro partidos políticos mexicanos hasta ex funcionarios y asesores en medios y comunicación, como Carlos Salomón. Los chistes estarán a cargo de Vicente Fox, quien los contará en forma de “conferencia magistral”. Si alguien se interesa por seguir en vivo este encuentro, conéctese a televisionintegral.tv.
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Cartones Internacionales.