Antonio Gershenson (La Jornada)
Por lo pronto, fueron aprobados por la Cámara de Diputados cambios al artículo 27 de la Constitución. Esto es peor de lo que se ha dicho públicamente: entre lo dicho está la prioridad del turismo de extranjeros sobre la agricultura o industria nacionales. Se ha señalado que los extranjeros pueden bardar sus terrenos y evitar el acceso a mexicanos a playas o franjas fronterizas. Y otras cosas similares.
Hay algo que es más grave, claro, para México y su desarrollo. Tenemos los mayores recursos geológicos del país, sobre todo bajo el Golfo de California.
Hay plantas antiguas y con técnica atrasada. Pero generan electricidad barata, ya que no consumen ningún combustible. Es posible y necesario trabajar para construir plantas generadoras de electricidad con la energía que tenemos ahí, con tecnología avanzada. Es el colmo dar preferencia a áreas turísticas o, en general, a extranjeros sobre una de nuestras mejores fuentes de energía.
No es difícil librarse de las plantas sucias que la antigua CFE instaló. En varios lugares hay plantas limpias, tal vez las más cercanas sean las que llevan décadas en el sur de California.
El Golfo de California, o Mar de Cortés, tiene una serie de fallas geológicas que lo abarcan de norte a sur. La energía bajo el mar que esto implica es gigantesca. Las fallas separan a dos gigantescas placas, la Placa del Pacífico y la Placa de América del Norte.
Un ejemplo son tres fallas: los llamados canales de Ballenas y Salsipuedes, porque las fuentes de calor están cerca de las costas y, en amplias áreas, a baja profundidad. El llamado Canal de Ballenas tiene ese nombre porque en general el agua marítima tiene aproximadamente 30 grados centígrados, y las ballenas llevan ahí a sus críos para su alimentación, cuidado y crecimiento.
Tomamos un ejemplo de una tesis de maestría del Cicese (Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada): Se observó una actividad magmática debajo de las cuencas Salsipuedes Norte y Salsipuedes Sur. El magma es algo así como roca fundida, que corre por abajo del mar, y esto nos puede dar idea de la alta temperatura en que se encuentra. En estas áreas, la distancia de lo más profundo a la tierra, a la península, es de menos de 20 kilómetros. Y la mayor parte de ese fondo marino es de 200 metros de profundidad o menos.
Se pueden perforar pozos, como los de petróleo o de agua, desde la orilla de tierra, hacia abajo y por abajo del mar. Del pozo perforado salen vapores de ácidos y otras sustancias corrosivas.
Dependiendo de las sustancias corrosivas y de su temperatura, serán las súper aleaciones que se usen, que contienen entre otros materiales níquel, cromo y titanio. La CFE, al no usar estos recursos, ha causado corrosión en amplias partes de las plantas que ha instalado.
Las súper aleaciones permiten que el vapor sea más caliente que el que usa la CFE (150 grados), llegando el del ciclo superior, a los 530 grados que usa una turbina comercial de vapor, o incluso a más de 600 grados para los generadores más modernos. Aunque el costo suba, el aumento de la eficiencia hace al proyecto más económico que los que ha instalado CFE, y de mejor calidad. Además, se aprovecharía el vapor de salida, por ejemplo para la desalinización de agua del mar, y no como ha hecho la CFE, que ha instalado torres de enfriamiento.
Para plantas eficientes y limpias se usa un intercambiador de calor. Es un dispositivo que contiene un recipiente con un líquido buen transmisor del calor. Los tubos con vapores muy calientes que vienen de abajo o, en general, del tubo excavado y de aleación adecuada, y vuelven a bajar; mientras, calentaron estos tubos al recipiente, y éste a su vez calienta otro tubo de vapor limpio, que transmitirá a la planta ese calor que va a generar la electricidad.
Los beneficios para el país son enormes, y nunca deben ser relegados en beneficio de hoteles, playas o turismo en general. Se pueden y deben desarrollar industrias, que podrán usar la electricidad, como vimos, sin ningún combustible. Se pueden suprimir las importaciones de gas natural en la frontera norte, sobre todo en Baja California, y usar la electricidad de la geotermia. También de la parte norte del país, en la cual los burócratas quieren hacer su gran negocio importando gas desde Estados Unidos.
Se puede, además, electrificar toda la península de California que no lo está aún. Y hacerlo con la costa de Sonora y Sinaloa que lo requiere.
En general, la energía geológica –sólo estamos considerando ejemplos, aunque sean de los más importantes– es demasiado valiosa para el país como para andar vendiendo a extranjeros tramos de tierra o de playa de acá y allá.
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