Carlos Fernández-Vega (La Jornada)
A la orden del día están los tijeretazos del pronóstico oficial para 2014 sobre el crecimiento económico mexicano. Ya los practicaron organismos internacionales, instituciones bancarias que operan en el país, centros de análisis e investigación, y contando. Tocó el turno al Bank of America-Merrill Lynch, el cual redujo de 3.8 a 3.5 por ciento su estimación, toda vez que, señala, la actividad se mantiene débil.
No es novedad, pero la economía de plano no levanta. Cómo estará el ambiente que hasta el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, advierte que el comportamiento económico del país está siendo afectado por la desaceleración de Estados Unidos y por el clima, aunque olvidó mencionar el efecto negativo de la brillante reforma fiscal que recientemente entró en vigor. Lo cierto es que los genios mexicanos ya no sienten lo duro sino lo tupido, pues hasta ahora de plano no han dado una.
En vía de mientras, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advirtió que alcanzar las expectativas de crecimiento propuestas por las diversas instancias gubernamentales con respecto al nivel del producto interno bruto para 2014 luce complicado, al menos después de revisar el panorama económico durante los primeros meses del año.
Si persiste el comportamiento observado durante enero de 2014 no es de extrañar que pronto aparezcan otra vez los ajustes a la baja. El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció apenas un 0.8% con respecto a enero del 2013, situación alarmante cuando se compara con los crecimientos de 4.8 y 4.6 por ciento registrados para el mismo periodo de años anteriores (2012 y 2013, respectivamente). Los resultados del IGAE para el primer mes del año obedecen a un crecimiento de apenas 0.7 por ciento en las actividades secundarias, las cuales poseen casi 60 por ciento de peso dentro de la economía nacional; y de solo uno por ciento en las actividades terciarias. Además, se observa un estancamiento de la tendencia y un ciclo económico a la baja para todos los sectores (con excepción de las actividades secundarias) por debajo de su capacidad potencial de largo plazo.
Dicho desempeño impacta en el empleo, en donde las fallas estructurales del mercado laboral continúan acentuándose. Si bien la tasa de desocupación en febrero fue de 4.65 por ciento, cifra ligeramente menor a la presentada durante el mismo mes del año pasado (4.85), por antecedente laboral se observa que persiste una tendencia a que los trabajadores con algún grado de experiencia representen más del 89 por ciento de la población desocupada en nuestro país, en tanto que aquellos que no cuentan con experiencia alcanzan apenas 11 por ciento.
El CIEN detalla que un escenario similar se presenta al analizar la ocupación por nivel de instrucción, ya que las personas que cuentan con primaria incompleta sólo representan 8.2 por ciento de la población desocupada, mientras que 40.1 por ciento son individuos que cuentan con educación media y superior.
Otro aspecto a mencionar sobre la condición del mercado interno son los resultados de las ventas al por menor, las cuales en enero presentaron un retroceso de 0.3 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado. De lo anterior resalta el hecho de que las tiendas departamentales y de autoservicios exhibieron un retroceso de 5.5 por ciento, en tanto que los vehículos apenas crecieron 0.6, escenario que refleja la dificultad de más personas para adquirir bienes duraderos que mejoren su calidad de vida.
Para los analistas del citado centro no basta voltear a la economía de los Estados Unidos para esperar que un repunte en la demanda de exportaciones mexicanas devuelva el vigor a la economía nacional. Es necesario resolver las fallas del mercado interno, en lo laboral y lo productivo, para sortear de mejor manera las afectaciones exógenas que pudieran presentarse e impactar positivamente en las expectativas de crecimiento. Todavía prevalece el reto de contrarrestar la desaceleración para observar un mejor desempeño durante la segunda mitad del año en curso.
Al analizar las tendencias, se observa que el IGAE empieza a mostrar señales de estancamiento al igual que las actividades primarias, mientras que las actividades secundarias y terciarias presentan un movimiento ligero al alza. Por su parte, en los ciclos se aprecia un panorama menos alentador ya que tanto el IGAE como sus componentes exhiben un movimiento a la baja, con excepción de las actividades secundarias que comienzan a repuntar, aunque todavía se encuentran por debajo de su potencial. Lo anterior implica que el dinamismo del IGAE pudiera verse frenado durante los próximos meses.
Por lo que toca al mercado laboral, el CIEN subraya que al analizar la tendencia, se aprecia que tanto el total como la desocupación en las mujeres exhiben un movimiento ligero a la baja, en tanto que para los hombres se muestran señales de estancamiento. Lo anterior sugiere que la tasa de desocupación pudiera presentar un comportamiento similar durante los próximos meses del año.
La tasa de desocupación a nivel estatal reporta resultados heterogéneos. Guerrero (1.9 por ciento), Campeche (2.4) y Yucatán (2.5) fueron algunos de los 13 estados que mostraron un nivel de desocupación más bajo que el promedio nacional; mientras que Tabasco (6.4), Aguascalientes (6.3) y el estado de México fueron las entidades con las tasas de desocupación más elevadas.
En cuanto a la subocupación, el sector servicios continúa siendo el que presenta el mayor porcentaje e incluso exhibió un incremento de casi un punto porcentual con respecto a febrero del 2013 (de 35.3 a 36.1 por ciento). En el segundo lugar se ubica el sector comercio con 21.1 por ciento, en tanto que construcción es el que exhibe los niveles más bajos de subocupación, en parte por la crisis que ha experimentado este sector durante los meses recientes.
Adicionalmente, la tendencia de la subocupación presenta un movimiento ligero a la baja, situación que sugiere que durante los próximos periodos el desempeño de la subocupación sea similar al observado durante febrero.
Las rebanadas del pastel
La mano generosa y no privatizadora del gobierno reformista ya se nota, pues pondrá a disposición de empresas privadas la posibilidad de explotar petróleo en un área donde se concentra una cantidad de hidrocarburo equivalente a la producción que ha tenido México en los últimos 110 años, reveló este viernes información oficial (La Jornada, Roberto González Amador). Agarraos, que el saqueo está a la vuelta de la esquina.
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