Candidato unico de las izquierdas.

Uno de los pronósticos en boga, en los espacios de reflexión e intercambio de información, es la apuesta de que las izquierdas acudirán a las urnas el 1 de julio de 2012 con dos candidatos, Marcelo Ebrard Casaubon y Andrés Manuel López Obrador. E incluso aseguran que si el segundo no es favorecido por las encuestas, participará bajo el registro del Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano.

Al formalizar la constitución del Movimiento Regeneración Nacional, en el Auditorio Nacional el 2 de octubre, el de Macuspana, Tabasco, refrendó el compromiso de respetar el resultado de las encuestas a realizarse en noviembre. Y si no le favorecen, no será el hombre que divida a las izquierdas y apoyará a quien esté mejor posicionado. Pero si es el favorito está listo para encabezar la candidatura. Además, asumió compromisos ante los 12 mil activistas y dirigentes del renovado Morena para ¡noviembre de 2012! El calendario de López Obrador no se restringe a la trascendente cita en las urnas, a diferencia de Ebrard Casaubon, quien para algunos de sus cercanos no está dispuesto a aceptar ningún cargo de elección que no sea el presidencial.


Sabedor del significado que tiene que AMLO reitere su compromiso unitario, el jefe de Gobierno del Distrito Federal destacó enseguida: “Creo que su discurso ratifica el acuerdo que tenemos. Es una buena noticia para la izquierda mexicana. Haremos nuestra encuesta, así lo señala, y bueno, ya estamos en esa ruta. Lo que me dice el discurso de ayer es que no vamos a tener un conflicto entre nosotros, ni entre los partidos que cada uno de nosotros representa”.


Mas reaparecen los que optan por guarecerse en lecturas selladas por el prejuicio, sesgadas desde antes de julio de 2006, como el autor de Itinerario Político, quien se pregunta “¿Por qué nadie le cree a AMLO?”. Y responde: “La pregunta se ha convertido en un clásico, y se formula en todas las tertulias, reuniones y charlas en donde el tema son los presidenciables (...) Y si la pregunta es un clásico, la respuesta es aplastante. No se conoce una sola opinión, de enterados o conocedores del tema, que conceda siquiera una ligera posibilidad de que López Obrador honrará su palabra” (Excélsior, 3-X-11). Con lo anterior, Ricardo Alemán demuestra que los juicios absolutos no son para este oficio, si acaso para el sacerdocio.


Por el contrario, aún no queda claro el juego del jefe de Gobierno del Distrito Federal y los dirigentes de Nueva Izquierda, quienes en interpretación de Carlos Loret de Mola “El grupo que tiene el control mayoritario del PRD está convencido de que la única manera de competirle a Enrique Peña Nieto en la elección presidencial de 2012 es con una alianza amplia que incluya al PAN (...) no sólo no han dado por muerta esa opción sino que tienen un plan definido, independientemente de lo que piensen Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores dentro y fuera del PRD” (El Universal, 4-X-11). Ebrard volvió a descartar ese escenario.


En tanto, Carta Paramétrica, de Francisco Abundis, en su entrega de la semana pasada consignó que AMLO es uno de los políticos más conocidos por los mexicanos, “superado únicamente por el presidente Felipe Calderón, 98 por ciento de la gente ha oído hablar de López Obrador”, pero también “del que 43 por ciento tiene una opinión negativa”, y “alcanza un 8 por ciento positivo”. Es la segunda vez en las mediciones de Parametría que repite con un saldo positivo de opinión efectiva”, después de cuatro años de saldo negativo.


Lo evidente es que las izquierdas con más de un candidato presidencial constituye la ruta directa al fracaso político.