Carlos Fernández-Vega (La Jornada)
El Fondo Monetario Internacional (mismo que meses atrás pronosticaba un futuro venturoso para los países emergentes, como el nuestro) dijo que siempre no, y tuvo a bien desinflar el triunfal discurso del gobierno mexicano sobre lo bien que camina la economía nacional, y al mismo tiempo se sumó al de por sí amplio grupo de videntes que han reducido la perspectiva de crecimiento para este país en el presente año.
Nada bien cayeron en Los Pinos las advertencias del citado organismo financiero, las cuales pueden resumirse así: a) la desaceleración de los mercados emergentes (México entre ellos) agudiza los dolores para la economía mundial; b) la economía mundial crece con más lentitud de lo esperado y los riesgos se agudizan, sobre todo en los mercados emergentes, y c) para 2013 la perspectiva de crecimiento económico en México se redujo en medio punto porcentual, con lo que en ese año no pasaría de 2.9 por ciento, la menor tasa desde 2009, año de la gran crisis.
De concretarse la predicción en materia de crecimiento, el nuevo siglo no habría aportado mayor cosa a los mexicanos, pues a lo largo de sus 13 años (con Fox, Calderón y ahora Peña Nieto en Los Pinos) la economía nacional habrá crecido a una tasa promedio anual de apenas 2.15 por ciento. Así, lo único que podría presumir el nuevo inquilino de la residencia oficial es que bajo su batuta y en su primer año de estancia, la economía nacional creció mucho más que en el mismo periodo de Fox (cuando reportó un descenso de 0.3 por ciento) y casi lo mismo que en el de Calderón (3.2 por ciento).
El Fondo Monetario Internacional se suma así al creciente y ya voluminoso grupo de organismos internacionales y nacionales, especialistas del sector privado, banqueros, académicos y demás videntes que recortan sus estimaciones en lo que a crecimiento económico mexicano se refiere, al tiempo que su euforia por el cambio de gobierno que paulatinamente se ha desinflado. Entonces, no sería esta la primera vez (y todo indica que tampoco la última) en que el pronóstico económico oficial se vea avasallado por la realidad.
La apuesta del gobierno peñanietista está en los parches a un modelo económico que de plano no sirve, y en la modernización del sector petrolero (aún) nacional. En ello finca buena parte del México que todos deseamos (inquilino de Los Pinos dixit), pero en los hechos más que una apuesta es un albur (el juego de azar, no el otro): si lo hace mal (como lo hicieron sus antecesores con prácticamente todas las privatizaciones disfrazadas de modernizaciones), el barco ahora sí se hunde completito. Y si en materia de oro negro las cosas no le salen tan mal, entonces el empujón económico anual no pasaría de medio punto porcentual, es decir, nada dado el tamaño y valor de la joya de la corona, y el de las urgencias nacionales.
Mientras la sólida economía mexicana sigue dando muestras de raquitismo, el FMI actualizó su informe sobre las Perspectivas de la economía mundial, en el que advierte que el crecimiento mundial está proyectado ahora en 3.1 por ciento para 2013 y 3.8 por ciento para 2014, una revisión a la baja de un cuarto de punto porcentual en comparación con el informe de abril de 2013, en el que proyectaba un envidiable comportamiento de las economías emergentes –entre ellas la mexicana– que a la vuelta de unos pocos meses resultó en otro de sus pronósticos fallidos. Ahora reconoce que las economías de mercados emergentes son las que se han visto más afectadas.
El FMI anota que el crecimiento mundial apenas aumentó en el primer trimestre de 2013, en vez de acelerarse en mayor medida como se preveía en la edición de abril de 2013 del informe. Ese desempeño inferior a lo previsto se debió al crecimiento decepcionante en las grandes economías de mercados emergentes, la agudización de la recesión de la zona del euro y la lentitud inesperada de la expansión estadunidense. En Japón, por el contrario, el crecimiento superó las expectativas.
Así, y de cara al futuro, el FMI estima “que los factores que últimamente han frenado el crecimiento perderán fuerza, pero eso sucederá sólo en forma gradual. En Estados Unidos el crecimiento aumentaría de 1.75 por ciento en 2013 a 2.75 por ciento en 2014, a medida que se desacelere la consolidación fiscal y que la demanda privada siga siendo sólida. En Japón, el crecimiento de 2013 se ubicaría en 2 por ciento (apenas medio punto porcentual más que en el último informe) impulsado por el respaldo que dieron a la confianza y la demanda privada las recientes políticas acomodaticias.
Según los pronósticos, la zona del euro se mantendrá en recesión durante 2013 y retomará el crecimiento en 2014. La actividad de la región continúa sufriendo los efectos combinados de la escasa demanda, la confianza deprimida, la fragmentación de los mercados financieros, la debilidad de los balances y la consolidación fiscal”.
El crecimiento en las economías de mercados emergentes y en desarrollo se moderaría a 5 por ciento en 2013 y a alrededor de 5.5 por ciento en 2014, es decir, alrededor de un cuarto de punto porcentual menos de lo proyectado en abril pasado por el propio organismo. Estas perspectivas más débiles responden, en mayor o menor grado, a estrangulamientos de la infraestructura y otras limitaciones de la capacidad, desaceleración del crecimiento de la exportación, disminución de los precios de las materias primas, inquietudes en torno a la estabilidad financiera y, en algunos casos, debilitamiento de las políticas monetarias de apoyo. En China el crecimiento promediará 7.75 por ciento en 2013-2014, tres cuarto y medio punto porcentual menos, respectivamente, que en las proyecciones de 2013.
Las rebanadas del pastel
De la lectoría y los servicios bancarios: tengo un familiar directo estudiando en Europa. Acostumbro a mandarle cantidades de dinero pequeñas: 300 euros, 200... rara vez supero los 500 euros. Pero ahora en Inbursa me dicen que solamente se pueden realizar transferencias a otros países por montos superiores a 500 euros, o 500 dólares en el caso de Estados Unidos. ¿Me podría alguien explicar por qué? ¿Acaso no podemos? ¿El Banco de México lo ha prohibido? ¿Acaso los bancos no quieren ya manejar centavos y quieren lana gorda que les resulte más rentable? ¿Y el servicio al cliente? ¿Y si en el extranjero hicieran lo mismo con las remesas o dinero que desde el exterior los mexicanos mandan a México? ¿Qué está pasando? (Jorge Gutiérrez, pjmexico@hotmail.com).
Twitter: @cafe-vega D.R.:
cfvmexico_sa@hotmail.com
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