La involucion presidencial de Mêxico.

lunes, 26 de mayo de 2014

Super Pensiones Vitalicias.


























Pedro Echeverria V. (Rebelion)


1. La corrupción política o entre políticos en México es profunda, por ello el pueblo los rechaza de manera abierta; pero lo mismo puede decirse en los negocios económicos entre empresarios, medios de información y gobierno. Desde hace algunas décadas también ha estado presente esa terrible corrupción en los jueces del Tribunal Electoral, los del Instituto Nacional Electoral (antes IFE) y la Suprema Corte de Justicia cuyos salarios y privilegios son insultantes: de 400 salarios mínimos, es decir, cada uno cobra salario de 400 trabajadores. Es una verdadera mentada de madre al pueblo y un cinismo vil sobre todo cuando nos enteramos que les tienen asignados coches, camionetas, choferes, vigilantes, guardaespaldas, servicio médico y gastos para sus comidas y paseos. Ahora buscan una pensión vitalicia. ¡Cuánta mierda!

2. A los ex presidentes de la República les otorgan una pensión y privilegios por vida iguales a los que tenían en funciones; el pueblo lo sabe, se queja y protesta, pero se sigue sangrando el presupuesto sin que se haga nada para evitarlo. En alguna ocasión se dijo que el salario del funcionario de gobierno debería ser el de “un obrero calificado” o como en Marinaleda un salario igual al de los obreros. Pero no, en México se cobran mayores salarios que los gobernantes de EEUU. Sin embargo todo esto de la corrupción es bien sabido, el problema es que en México no hay movimientos fuertes ni partidos políticos que luchen contra ella. Se deja sola a la población para que los medios de información y el clero se sigan apropiando de sus mentes metiéndole toda la basura en forma de novelas, deportes, espectáculos y sumisión.

3. La realidad es que no es correcto decir que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece” porque si así fuera podría decirse que todos los pueblos del mundo son muy ignorantes, tontos o cobardes. Creo que sería mejor decir que cada pueblo tiene el gobierno que le imponen por las clases poderosas a pesar de mantener cierta resistencia. Pienso también que los partidos políticos nacen en nombre del pueblo, dicen defenderlo, pero obedecen a intereses de las clases pudientes que les otorgan apoyos para mantenerlos con vida. En México y en el mundo los partidos están divorciados de las masas, muy lejos de sus problemas porque quien los mantiene es la clase dominante. ¿Son acaso los partidos registrados parte del Estado y la clase dominante a pesar de que digan lo contrario? El caso del PRD y su dirección política es lo más novedoso.

4. Si los partidos no dijeran en su declaración de principios y programas que nacen para defender al pueblo, no tendrían muchos seguidores. Todos los partidos en México: PRI, PAN, PRD, PCM, PPS, proclamaron ese objetivo, pero con el paso del tiempo se fueron convirtiendo en un burocracia política cuyo fin central ha sido y es conservar la estructura partidaria por encima de cualquier disidencia. En las últimas décadas, por su comportamiento funesto, ha crecido el repudio a los partidos porque los consideran un gran negocio de políticos. Hoy se habla más de Frente Amplio, de Movimiento, de Organización, que de partido. Por ello se pidió en su momento a López Obrador que influya para que la organización MORENA no se convierta en partido verticalista y que siga teniendo el carácter amplio de Movimiento que busque la dirección horizontal. 

5. Solamente en el pensamiento anarquista se hace a un lado la idea de crear partidos, dirigentes políticos, Estados, naciones, patrias, himnos, banderas, incluso héroes. Para los anarcos los partidos, así como la familia vertical, patriarcal y autoritaria, son el origen del gobierno, el Estado y la sociedad de clases. Por el contrario ellos plantean que las organizaciones no deben ser fijas, permanentes, con dirigentes jerárquicos, sino simples coordinaciones rotativas que impidan el surgimiento de personas que mandan y otros que obedecen. La organización sólo se da en la lucha, en las batallas para nuevamente disolverse para evitar la formación de cualquier dirigencia burocrática. Por ello ha nacido el grito contra los partidos y las jerarquías para dar paso a la autogestión y al autogobierno, a las coordinaciones, los movimientos y los frentes.

6. Jesús (Chucho) Ortega -desde hace más de 15 años- ha sido el jefe máximo (político e ideológico) de los “chuchos” del Partido de la Revolución Democrática (PRD). En 2006 fue el jefe de campaña del candidato presidencial López Obrador y tuvo la fuerza para dejar como heredero en la jefatura del PRD a su “hermano” Jesús (Chucho) Zambrano que actuó –casi por obligación- como si fuera “jefe de campaña” de AMLO en 2012. Sin embargo, a pesar de ello, la desconfianza y los enfrentamientos entre “Chuchos” y AMLO fue mutua porque es obvio que las posiciones políticas son diferentes. Ortega, Zambrano, Graco Ramírez y Acosta Naranjo, Navarrete, han estado siempre por la política de negociación con el PRI, el PAN, el presidente, con quien sea; López Obrador (aunque también pacifista y electoralista) demostró, ha demostrado, mucha mayor decencia y honradez.

7. El PRD, fundado en 1989 por corrientes del PRI, del PCM, socialdemócratas oportunistas y pequeños grupos de partidos de izquierda radical, caminó siempre hacia la derecha. Desde hace unos siete años es controlado por “los chuchos”. El chucho mayor (Ortega) fue mucho más hábil porque se origina de un partido creado por aquel famoso Aguilar Talamantes que se integró al CNAO en 1971, presidido por Heberto Castillo y Demetrio Vallejo. Cuatro años después fundó el PST que era una organización muy oportunista aliada al PRI. Como el antiguo PPS, afirmaba Talamantes que “el PRI no es monolítico porque en el hay funcionarios con verdadero espíritu de servicio y que la Constitución era la vía mexicana al socialismo”. El chucho menor (Zambrano) parece tener origen en la lucha guerrillera, pero haber formado parte de los “arrepentidos”. Prefirió subordinarse al Pacto con el PRI y el PAN.

8. Pero el entreguismo del PRD no puede verse sólo obra de sus ex presidentes entreguistas: Amalia García, Rosario Robles, Jesús Ortega o Jesús Zambrano; también los Cárdenas, Muñoz Ledo, el mismo López Obrador y demás interinos, contribuyeron con su “granito de arena” para hacer lo que es hoy el oportunismo del PRD. Unos más y otros menos, permitieron que el PRD se llene de expriístas y oportunistas de toda línea. Así que los “chuchos” sólo llegaron a la dirección del PRD para terminar de enterrarlo. ¿Cuál deberá ser el camino del PRD después de la decisión que tome su congreso de imponer a Cárdenas o al siguiente “Chucho” Navarrete? Con Cárdenas pueden cambiar algunas cosas, pero no muchas porque el PD es una estructura parecida al PRI y PAN.

9. Los “chuchos” obtuvieron con Graco Ramírez la gubernatura del estado de Morelos y AMLO obtuvo la de Tabasco con Arturo Núñez; sin embargo la verdad es que por lo menos el 50 por ciento de los votos ganadores del PRD en gubernaturas, presidencias municipales o legislaturas, se los deben a López Obrador que, como político, se ha convertido en un símbolo del progresismo electoral. Pero ni en Morelos ni en Tabasco ha cambiado nada para bien; pareciera que gobiernan PRI o PAN. En México, como en todo el mundo, las pequeñas reformas sólo prolongan, entretienen, la agonía del pueblo pobre y miserable. La estructura capitalista tiene el poder y la fuerza para resistir e imponerse a cualquier caricatura de “progresismo”.


Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.













































































































































































































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