Antonio Gershenson (La Jornada)
Ahora es un nuevo informe del Banco Mundial. Ahora también, el discurso oficial recomienda optimismo a los embajadores. Ocho de cada 10 mexicanos no pudieron aumentar su nivel de vida desde principios de siglo. En Brasil, 5.8 de cada 10 mejoraron su situación. El caso de México es tomado en cuenta sólo hasta 2008, sin contar 2009 que fue el año de peor crisis para este país. Claro, para los funcionarios no deja de hablarse en términos optimistas... para ellos.
Al mismo tiempo, la Cepal informa que la inversión extranjera directa en 2012 fue de 35 por ciento. ¿Quiénes se quedan con el resto de dinero? Y mientras, no hay crecimiento glorioso.
Además, se anuncian el desplome de la economia y el recorte del gasto. El producto interno bruto en este primer trimestre es el peor en un buen tiempo.
Hace dos semanas recordábamos que caen las exportaciones de Pemex, que bajan los precios de exportación petroleros, que bajan los recursos de mexicanos en el exterior a México, y golpes contra varios sectores de mexicanos en diferentes lugares del país.
Entonces, más vale que trabajemos en alternativas a estas ilusiones.
Por ejemplo, está el aumento en el IVA, deseo inmoral de los funcionarios, y que les debe a las grandes empresas para que sigan sin pagar impuestos. Ya se ha hecho y está demostrado que se arrebata aún más el dinero a la población y los hunde más en la miseria.
Ya no estamos en elecciones para que puedan plantearse cambios inmediatos en el presupuesto. Pero se puede pelear por montos más localizados en torno a luchas concretas.
También se está peleando porque no se dé el aumento como tal.
De igual manera está el problema del petróleo. Ya han desnacionalizado sectores, y quieren seguir con más. Han entregado a multimillonarios españoles una y otras cantidades de dinero de Pemex, queriendo salvarlos de la crisis. Pero la crisis de Europa, y en especial de España, está cada vez más profunda. Y su alianza con el gobierno derechista y fascistoide español los descobija más. Hay que oír a los mexicanos que viven en España. ¿Cuánta gente va a aguantar, aquí y allá, el crecimiento del neocolonialismo español? España sigue cayendo: en el primer trimestre de 2013 fue -0.5 por ciento. Japón, -0.9 por ciento.
Alemania cae en este mismo trimestre 0.1 por ciento, Francia -0.2 por ciento. El promedio euro lleva 15 meses al hilo en bajada.
El gobierno busca un acercamiento con países de América Latina, que tienen políticas opuestas a la de la derecha mexicana. Ya mencionamos las contradicciones entre países de allá y los funcionarios de acá, que no pueden ocultar su derechismo.
Volviendo al petróleo, debemos frenar su entrega y la dependencia estratégica, como con el gas natural que se insiste en aumentar su dependencia de Estados Unidos. A pesar del aumento en la producción de áreas que son de Pemex en el sureste, declinan las trasnacionales como en Burgos. Y todavía quieren entregar más, a más trasnacionales.
Debemos impulsar la generación de electricidad por la nación, no seguirla entregando. Esta electricidad nacional se debe impulsar con la hidroelectricidad que tenemos, y con generación con viento con la nación y empleando a los habitantes del lugar, en vez de despojarlos de sus tierras y en general de sus fuentes de trabajo.
Debemos impulsar también la electricidad con la nación (aunque se vomiten los altos funcionarios al quedarse sin sus mordidas) aprovechando nuestra geotermia y el tremendo calor que se tiene bajo el suelo y sobre todo bajo el mar.
El Mar de Cortés o Golfo de California tiene una serie de fallas geológicas que lo abarcan de norte a sur.
La serie de fallas geológicas tiene al lado este la placa de América del Norte, y al oeste la placa del océano Pacífico. Las dos placas se están deslizando, una hacia el norte y la otra hacia el sur, y deslizan con mucha fricción. Se generan volcanes, terremotos y otros fenómenos, pero también se puede aprovechar energía para generar electricidad, en cantidades enormes.
Estas formas de energía, que no consumen combustible, son parte importante de nuestro futuro, y deben ir desplazando la importación de gas natural que tanto atrae a los funcionarios y a las mordidas que reciben.
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