Carlos Fernández-Vega (La Jornada)
Muchos son los elementos que confirman la inercia de la economía nacional, pero tal vez uno de los más indicativos es el que mes tras mes aporta un grupo de especialistas representativo de la cúpula del sector privado, en una encuesta que con esa periodicidad levanta el Banco de México para conocer sus expectativas. Por ejemplo, en noviembre de 2006, a punto de que Felipe Calderón llegara a Los Pinos por la puerta de atrás, ese equipo de analistas consideró que los principales factores que podrían obstruir el ritmo de la actividad económica en México durante los próximos meses son, en orden de importancia, la ausencia de avances en materia de las reformas estructurales todavía pendientes (29 por ciento del total de respuestas), la debilidad de los mercados externos y de la economía mundial (24 por ciento), la incertidumbre política interna (15 por ciento) y los problemas de inseguridad pública en el país (11 por ciento).
Seis años después de ese pronóstico, con Felipe Calderón a un tris de dejar las residencia oficial, el mismo grupo de especialistas (noviembre de 2012) considera que los principales factores que podrían limitar el ritmo de la actividad económica en los próximos seis meses son la debilidad de los mercados externos y de la economía mundial (30 por ciento del total de las respuestas), la inestabilidad financiera internacional (25 por ciento), los problemas de inseguridad pública (16 por ciento) y la ausencia de cambio estructural en México (16 por ciento del total de las respuestas; es decir, exactamente lo mismo que un sexenio atrás, con ciertos matices en el orden de importancia de los problemas. Nada cambió en el sexenio, ni siquiera los pronósticos.
Si se considera lo anterior, sobre todo si viene del sector más favorecido por el calderonato, tales especialistas certificarían que por quinto sexenio consecutivo en este país no se hizo nada, que los problemas siguen siendo los mismos (aunque más voluminosos cada día que transcurre) que tres décadas atrás, que la dupla poder político-poder económico se limita a saquear al país (dejando a un lado que en él sobreviven millones de mexicanos que de todas han perdido todas, y que, les guste o no, en esa misma circunstancia se mantendrán) y que, en fin, les encanta dar vueltas a la noria.
En noviembre de 2006, el citado grupo de especialistas pronosticó que en 2007 y 2008 el ritmo de expansión económica sería de 3.45 y 3.78 por ciento, respectivamente. En los hechos, el crecimiento fue de 3.2 y 1.3 por ciento, en cada caso. En igual mes, pero de 2012, tal vaticinio es prácticamente igual al de seis años atrás: 3.87 por ciento para el presente año y 3.56 por ciento para el siguiente. Aún en el supuesto de que se cumpla su augurio, en los seis de Felipe Calderón en Los Pinos el crecimiento a duras penas alcanzaría una tasa anual promedio de 1.84 por ciento, la menor en cinco lustros.
En materia laboral en 2006 estimaron 593 mil plazas adicionales en el sector formal de la economía; para 2012, 668 mil, pero en realidad el sexenio del presidente del empleo concluye con un tenebroso déficit en este renglón: más de 4 millones de puesto de trabajo, lo que quiere decir que en calderonato sólo uno de cada tres mexicanos se coló al mercado formal; el resto, a la informalidad, el desempleo, la emigración o el crimen organizado. Y así por el estilo con otros renglones de la actividad económica en los que gobierno y cúpula empresarial comparten responsabilidades.
Mientras se conoce el resultado de la siguiente encuesta, en la correspondiente a noviembre de 2012 los multicitados especialistas consideran que en lo que se refiere a la expectativa inflacionaria la previsión para el cierre de 2012 casi se mantuvo al anticiparse en 4.16 por ciento. Por tercera vez se ubicó por encima del límite superior a la meta establecida por el Banco de México (2-4 por ciento). Para el cierre de 2013 no sufrió modificación al colocarse en 3.76 por ciento, pero de cualquier suerte se mantiene alejada del objetivo puntual (3 por ciento), mientras que la correspondiente a la canasta básica y a los alimentos en general rebasan por mucho tal proporción. Por lo anterior es obvio que, una vez más, el aumento al salario mínimo quedó más que cancelado.
Sin embargo, consideran que, derivados de las negociaciones salariales contractuales, los incrementos serían 4.5 y 4.49 por ciento para noviembre y diciembre de 2012, respectivamente. Los salarios reales presentarán una recuperación en los próximos meses. En particular, 70 por ciento de los encuestados afirma que en el segundo semestre de 2012 los salarios reales aumentarán con respecto a sus niveles del primer semestre del presente año. Asimismo, 95 por ciento de los analistas indicó que en el primer semestre de 2013 los salarios reales mostrarán un incremento con respecto a sus niveles esperados en el segundo semestre del año en curso. De cómo sucederá o de dónde los trabajadores obtendrían esos supuestos aumentos, ni una palabra de los especialistas.
También pronostican que el precio promedio de la mezcla petrolera será de 102.16 dólares por barril en el presente año, superior en 17.26 dólares al aprobado en la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal de 2012. Las exportaciones de oro negro disminuirían 1.6 por ciento, mientras que las no petroleras crecerían 8.9 por ciento; las importaciones de mercancías se incrementarían 6.9 por ciento. Para todo 2012 prevén un déficit comercial de 2 mil 325 millones de dólares, mientras que para 2013 estiman que tal déficit será de 5 mil 970 millones, y en lo que toca a la economía estadunidense el escenario previsto es más favorable para este año, al anticipar un crecimiento de 2.11 por ciento. Para 2013 empeoró por séptimo mes consecutivo: esperan una expansión de 2.04 por ciento. En cuanto a la inversión extranjera directa estiman un flujo de 21 mil 556 millones de dólares a lo largo del presente año, y de 24 mil 64 millones en 2012. ¿De dónde? Tampoco lo indican.
Las rebanadas del pastel
Otra empresa mexicana que sucumbe por la mezcla de factores políticos (su candidata fue Josefina Vázquez Mota, que salió de su cantera y perdió arrasadoramente) y el irresistible encanto de los billetes verdes: Comercial Mexicana de Pinturas, mejor conocida como Comex, será engullida por la trasnacional Sherwin-Williams, mediante el pago de 2 mil 340 millones de dólares. Marcos Achar, director del consorcio vendido, se mostró feliz por la operación de compraventa, pues no sólo se lleva dos toneladas y pico de billetes verdes, sino que se evita la pena de pagar el costo político por apoyar al PAN y a la autodenominada jefa.
cfvmexico_sa@hotmail.com