Antonio Gershenson (La Jornada)
Cayeron las exportaciones de Pemex, entre el primer trimestre de 2012 y las del de 2013. De 206 mil millones de pesos, bajaron a 180 mil millones. La baja fue de 12.7 por ciento.
Los precios del crudo internacionales, que rigen los de las exportaciones mexicanas, en promedio habían subido en febrero pasado hasta los 105.66 dólares, para bajar en abril a 97.12 dólares. Aproximadamente otro 7 por ciento de bajada.
Según la prensa, en el primer trimestre los inversionistas se refugian incluso en bienes públicos. No es muy notoria la fuga a Estados Unidos, porque es también allí la desaceleración. La inversión privada petrolera también empieza a huir.
En Nueva York tenemos un ejemplo de un caso en el que empresas gaseras se llevan un golpe de la División de Apelaciones de la Suprema Corte del Estado de Nueva York. Acordó el 2 de mayo que dos poblaciones del mismo estado, que autoriza a las autoridades respectivas, a prohibir a las empresas la fractura hidráulica o la perforación de gas shale o pizarra, dentro de los límites municipales. Ejemplo de baja en el país vecino.
En cambio, Pemex rescata un astillero español en quiebra, por ayudar a millonarios españoles y al gobierno ultraderechista en Galicia y a costa de un dinero que en México no alcanza, al reducirse los ingresos petroleros.
En México de nuevo, los gastos del gobierno mexicano van para abajo, para el primer trimestre bajaron 10.4 por ciento. Ya no encuentran los funcionarios de Hacienda palabras y números para ocultar la realidad.
Por su fuera poco, los envíos a México de dinero de los mexicanos trabajando en el exterior, cayeron en casi 10 por ciento.
Contra la represión. Los problemas económicos se sobreponen con una oleada de movimientos y protestas, y oposición contra la represión.
Lo del magisterio en varias partes del país; movimientos sindicales en sectores importantes. Y en los días recientes y en torno al visita presidencial, hay representantes de organismos extranjeros defendiendo a movimientos mexicanos.
Organizaciones indígenas oaxaqueñas y de derechos humanos demandaron la intervención de Human Rights Watch (HRW) ante el gobierno mexicano y el Banco Interamericano de Desarrollo, para que cese la represión contra los pueblos que se resisten a la imposición de megaproyectos en sus territorios.
Lo anterior ocurrió durante una entrevista con Nick Steinberg, investigador para México de HRW, quien –en el contexto de la visita a México del presidente estadunidense Barack Obama y de la reunión que sostendrá mañana José Miguel Vivanco, director de la División Américas de HRW, con el presidente Enrique Peña Nieto– sostuvieron representantes de la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), y otros organismos.
En dicha entrevista, efectuada el 30 de abril en el Distrito Federal, con el auspicio de Brigadas Internacionales de Paz, se analizó el impacto negativo en materia de derechos humanos que tiene la creciente imposición de megaproyectos en México, la mayoría de los cuales se realizan sin informar o consultar a las comunidades locales, informó en un comunicado la Ucizoni.
Se manifestó la preocupación de que la Secretaría de Gobernación no haya expresado hasta ahora la voluntad para instalar mesas de atención a los más de 350 conflictos por disputa territorial que existen el país, ni que se impulse de manera seria el derecho a la consulta que tienen los pueblos originarios como una forma de garantizar su misma existencia.
Agrega que la relación entre trasnacionales y funcionarios gubernamentales se puso en evidencia con los casos de Iberdrola, Mareña Renovables y Abengoa.
Las organizaciones istmeñas denunciaron que en el contexto del megaproyecto eólico existe en la zona del istmo de Tehuantepec un clima de violencia, de hostigamiento, persecución y amenazas que sufren por parte de grupos de golpeadores priístas, funcionarios estatales y de la misma empresa, llegándose al extremo de que la agresión policiaca del 2 de febrero pasado en contra de campesinos zapotecas de Álvaro Obregón fue dirigida por un abogado de la empresa Mareña Renovables
En suma, tenemos una situación crítica en lo económico, sobrepuesta con numerosos movimientos populares.
antonio.gershenson@gmail.com
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